Una imagen original que, sin artificios - y con muy buena composición (y color) - habla del tedio del encierro, los horizontes limitados por la cautividad y la pérdida de la dignidad de las bestias salvajes cuando se las priva de libertad. Yo no sé como se sentirá el sujeto, que quizás ya pasa de todo, pero yo me siento fatal; un valor más que le reconozco a tu foto. Los mechones de melena en primer término son un sutil refuerzo al dramatismo de la imagen.
Coincido con Salvador, lo que mas me ha llamado la atención, han sido esos ojos, observando perdidos, con el reflejo que tiene en su mirada y ese pelaje esparcido por el césped. Preciosa toma
Salvador Solé Soriano