El recurrente
Cuando un animal pasa a ser una parte de tu entorno diario, lo normal es que termines por considerarlo también como parte de tu familia.
No caeré en ñoñerias pero es cierto que son como niños que no crecen sicológicamente y permanecen siempre en esa edad cognitiva de los dos o tres años de un niño humano.
Para quienes tenemos una cierta edad y los hijos mayores, pueden ser un sustituto donde volcar amor, cariño, ternura...
No creo que sea malo persé, siempre que no se pierda el norte y lleguemos a olvidar que en realidad siguen siendo animales.
Este, nos da muchas alegrías, ademas de algún trabajo
Miguel Angel Vázquez Márquez