Después de lo dicho en las anteriores, fíjate como aquí, la proximidad entre ese arbolillo de hojas claras y el hueco oscuro de la entrada de la cueva crean un contraste que atrae la mirada hacia ese punto, que es el cardinal de la composición. Eso no pasaría si la entrada de la cueva estuviese tan igualada de luz como el resto de la pared.
Salvador Solé Soriano