Pequeño Ararat
Esta foto no la subí en su día porque ya mostré otra de esa montaña, con un curioso “sombrero” de nube y misma luz, tomada en una tarde de tormenta de las más bellas y espectaculares que he presenciado. La otra foto la encotraréis si buscais Monte Sis en el buscador de FotoRed
El macizo volcánico del Ararat tiene dos cimas bien diferenciadas; el pequeño Ararat (en la foto) con 2.896 m de altitud y el Gran Ararat (donde se supone que Noé embarrancó el arca) con 5.165 m. Durante muchos siglos esas han sido las montañas sagradas de Armenia. Antiguamente, antes de que Turquía ampliase sus fronteras, se hallaban en suelo armenio. Al gran Ararat los armenios lo llaman Masis y al pequeño Ararat, Sis. Desde la localidad de Armash, en una inmensa llanura, estos volcanes apagados dominan majestuosamente el paisaje. La tarde en que tomé la foto estaba muy revuelta, con tormentas rondando por los cuatro costados y ráfagas de viento huracanado. Aunque andaba, como siempre, de pajareo, no pude dejar de hacerle un pequeño álbum a semejante visión. Es una de las fotos no ornitológicas que más me gusta de las que tomé en mi viaje de veintiún días por Georgia y Armenia (abril y mayo 2016). La calina de los más de treinta kilómetros que mediaban entre mi posición y el Monte Sis velaban la toma pero, mediante la edición, he conseguido eliminar parte de ese velo y mostrar la visión tal cual quise captarla. Con montañas así es fácil abrazar las causas paganas, como hemos hecho durante la mayor parte de la historia de la humanidad.
Cámara Canon Powershot G12. 1/250 de segundo, f: 6.3, e iso 80, a pulso.
Lucas Gutierrez Jiménez