Un buen retrato de esta pietá. La nocturnidad aporta dramatismo a la escena y, una vez más, celebro la ausencia de elementos inoportunos, que tal fácilmente se cuelan en el encuadre en ocasiones como ésta.
La iluminación ha quedado relativamente homogénea y equilibrada. Además, con un tono de color aparentemente muy real. Me da que no es muy fácil conseguirlo en esas circunstancias. Una escena muy dramática, como no podía ser de otra manera.
Un saludo.
Salvador Solé Soriano