Stumpy-tail Lizard (Tiliqua rugosa) nº 1
No he podido sacar en claro el nombre en castellano de este esquinzo o eslizón, sin duda uno de los personajes más singulares del ámbito no-pajarístico de mi viaje a Australia (oct. y nov. 2017). Cuando todavía no lo habíamos identificado, lo llamábamos, “la merienda” porque tenía forma de chorizo y salía hacia las seis de la tarde. A la cola no le pasa nada; es así, igual de larga (o algo más corta) que la cabeza. En ella lleva una reserva de grasa, útil para los tiempos de penuria. No es un bicho ágil; fía su vida a la discreción de sus colores, el grueso de sus escamas y a un recurso defensivo muy curioso que, para crear algo de expectativa, os mostraré dentro de una semana. De punta de hocico a punta de cola los cuatro o cinco ejemplares que vimos (en distintos días) median entre 23 y 30 cm. Su dieta es omnívora, abarcando desde caracoles a plantas, con todo el catálogo intermedio. Es propio de ecosistemas semi-áridos, con matorral y árboles bajos. Sus cuatro subespecies son endémicas de Australia.
Cámara Nikon D7100 con objetivo Sigma 150-600 mms. f: 5.0 - 6.3 (Contemporary) a pulso.
Iso:250
Exposición (v):1/500 de segundo.
Apertura (f):9
Miguel Angel Vázquez Márquez