La chica se lo ha currado y no me parece mala idea mostrar la versión en color de este retrato para que se aprecie la magnitud del maquillaje según lo concibió su autora. El peinado no es menos acertado e inquietante. La foto tiene una luz perfecta, sin sombras, y el brillo de los ojos da gran intensidad a la mirada. El fondo está suficientemente desenfocado como para no estorbar. ¡Buen trabajo el de ambos!
Julio Segura Carmona