Dentro de mi gusto por las piedras, siento una gran curiosidad por estas construcciones, por la habilidad del hombre para sobrevivir, en este caso la habilidad para mantener una construcción en pié, lejos de los grandes proyectos arquitectónicos que, como se ve últimamente con proyectos como los de Calatrava.
Se ve que hubo que apañar el agujero deprisa y corriendo, sin tiempo para hacerlo mejor. Aun así, no se ha desmoronado el apaño, después de tanto tiempo.
José-María Suárez Domingo