Pues se merece el homenaje de ese macro tan correcto porque te librará de un buen puñado de insectos y animará con su humilde presencia los rincones antes vacíos...
Son preciosas y muy familiares. Hasta yo me encontré una en mi escalera al lado de la puerta del ascensor. El afán cazador las puede. La devolví al jardín del bloque de pisos ...era un lugar más seguro.
Muy bien captada la textura y color de su piel.
Salvador Solé Soriano