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Recomenzamos

Después de algunas disquisiciones a costa del color que vemos en nuestras pantallas, he vuelto a retomar el asunto del calibrador, que al pasarme a windows 10 había dejado de funcionar porque el fabricante no lo actualiza para este sistema operativo. Después de muchos intentos de encontrar la forma de hacerlo funcionar y cuando estaba buscando comprar otro, en un comentario que alguien había hecho sobre un modelo determinado, he encontrado una magnifica solución. El programa de calibrador sigue sin funcionar con su propio sofware, pero eso ya no importa Se trata de instalarse un extraordinario programa (gratuito además) que puede gestionar prácticamente todos los calibradores del mercado con plugins propios, paro lo único que hay que hacer, ademas de instalar dichos plugins y el programa, hay que desactivar la limitación de windowos, que no lee controladores sin firma. Ello me ha obligado a entrar en el sistema (¡que yuyu!) y realizar varias acciones al efecto. Me ha costado varios intento, pero lo he conseguido, así que me he ahorrado unos euros y retomo una visión normalizada de mis fotos. Tengo que confesar que las fotos que venía editando últimamente, las veo ahora mas oscuras que antes de calibrar el monitor. Ya diréis como vais viéndolas a partir de esta que he editado con el monitor recién calibrado
--- Cámara:Canon Modelo:Canon EOS 6D Iso:100 Exposición (v):1/400 segundos Apertura (f):1.4 ---

Txema Bacaicoa (Colectivo IS)

En fotored desde 04/01/2012

Ficha personal
  • hace 7 años
    Salvador Solé Soriano
    Joder, te acabo de hacer un comentario de 2000 carácteres y no se ha subido. Vuelta a empezar. Yo no tengo la pantalla calibrada, la tengo algo más brillante porque la quiero así, luminosa. Pero eso, en términos técnicos quizás se entienda como descalibrada. Todavía me gustan más cómo quedan mis fotos en la pantalla cara de una colega, que tampoco la tiene calibrada pero posee mayor calidad (2500 pixeles en el lado largo y mejor contraste). Me parece heroica (y parcialmente incomprensible) la cirugía que le has hecho a tu equipo. Espero que ahora hayas alcanzado la paz de la que yo disfruto, respecto a mi pantalla, desde hace años. A mi juicio, esta última foto te ha quedado igual de bien que las anteriores; si está algo menos intensa de color y contraste podría ser por que así lo has querido, a diferencia de las dos anteriores. Veo sutiles matices rosados en algunas zonas del cielo nublado (que no estorban) y bonitos colores de acuarela en la esquina inferior derecha. Y es que lo que está bien currado, se nota; la atención al detalle, el cariño y el criterio se ven de lejos: todo lo contrario de lo que le hace al noble arte de la fotografía nuestro amigo Pedro Gandía, por poner un ejemplo fácil de recordar. Por eso, porque lo bueno se nota y se aprecia, tanto da el estilo que emplees; siempre queda bien, aunque cada cual tenga sus gustos. Los míos son amplios y estoy por seguir ampliandolos. Por último diré que solo muy de tarde en tarde percibo, por los comentarios, que alguien está viendo en otra pantalla mis fotos. E incluso eso está mediatizado por la percepción personal de los colores, tal como demostró clamorosamente la polémica sobre el vestido dorado-o-azul que corrió por Internet no hace tanto. Nuestro cerebro no está calibrado, no posee referencias standard y no se puede corregir, así que, más que dejarse las cejas en calibrar la pantalla (total, solo una de cada cien lo está), lo que importa es afinar los recursos técnicos de la toma y la edición y depurar el propio criterio. Por que, como ya he dicho - insisto - lo bueno, se nota más allá de los cambios en los matices que el cerebro (sin calibración) y la pantalla (habitualmente tampoco calibrada) pueda targiversar.
    • Txema Bacaicoa (Colectivo IS) :hace 7 años A veces pasa, por ello, si lo que estoy diciendo me lleva un rato, antes de darle a enviar, tomo la precaución de copiarlo al pota papeles. Sobre el tema del calibrado, mi experiencia me dice que si tardo por ejemplo un mes entre una y otra calibración, la imagen de muestra del programa, cambia al activar el antes y el después, lo que es indicativo de que por motivos que yo no se explicar pues desconozco como funcionan y que vida útil tienen los foto diodos que crean la imagen en la pantalla, el color y los matices de la imagen cambian. Supongo que de alguna manera, el efecto es acumulativo y estoy seguro que si pudieras comparar tu pantalla con otra igual pero a estrenar, con la misma imagen en ambas, apreciarías bastante diferencia entre una y otra. La conclusión que yo saco de esto, es que calibrar el monitor, me permite tener siempre la misma referencia de color a la hora de editar. Lo que haga después con ello, dependerá de por donde vayan mis gustos en ese momento. Saturar, desaturar, no hacer nada etc pero siempre partiendo desde un punto normalizado de color. ¿Es importante?, pues no, como bien dices, nuestro cerebro no se puede calibrar y no hay dos iguales. Es  mas bien una cuestión de satisfacción personal. Es tener un punto uniforme desde el que evolucionar hacia donde nuestro interés del momento no lleve, pero desde luego, no es obligatorio. Cuando empecé a poner fotos en fotonatura, recuerdo una que me gustaba y que subí convencido de que todo el mundo la vería igual, era uno de esos paisajes medio a contra luz donde se ven una serie de planos de colinas que se van aclarando en una escala de grises si así lo editas. no tuvo buenas críticas y me extrañaba, porque otras había visto que gustaban al personal. Cuando tuve la ocasión de verla en otro ordenador y con mejor pantalla, comprendí lo que pasaba, los primeros planos que yo veía muy oscuros y básicamente sin información, los demás los veía mucho mas claros y desenfocados. Ahí surgió mi idea de hacerme con un calibrador. hubo de pasar mucho tiempo hasta que pude hacerme con uno, pero lo considero una buena ayuda 
  • hace 7 años
    Salvador Solé Soriano
    Hola, Txema; sin duda, tener la pantalla siempre igual es necesario. La mía no la he tocado desde que la ajusté a mi gusto el día que la compré (2013). Ese ajuste lo hice de modo que viese bien las fotos que ya había editado en la pantalla anterior. Me creo que la pantallas puedan perder algo con el tiempo, pero si pierden propiedades, aunque se calibren, no podrán dar más de sí. Y, aun más; constato que yo cambio de gustos más deprisa de lo que la pantalla podría degenerar; de un año para otro mejoro mis ediciones a veces en una proporción tal que es evidente que la pantalla no tiene la culpa de mis percepciones y gustos porque no podría cambiar (la pantalla) tan rápido como lo que las ediciones de un año o dos atrás muestran. Aun ahora veo que mi pantalla, sin haberla tocado en cuatro años, sigue siendo más luminosa que la media, así que su pérdida de facultades no puede ser superior a un 3% o asín. Nada de eso, desde luego, invalida tu argumento central; hay que hacer lo que toque para sentirse a gusto trabajando con las herramientas de que disponemos: Yo haría lo mismo si tuviese mínimas quejas al respecto, aunque, ahora mismo, lo que haría es comprar una pantalla de más alta resolución y mejor contraste. Pero necesito ahorrar ferozmente para mis viajes ornitológicos y la verdad es que la pantalla que tengo sigue chutando muy bien para su precio.
  • hace 7 años
    Manel Memdesign
    Siempre me gustaron este tipo de árboles. Gracias por compartir este trabajo.