tigre.

Un animal magnífico que nunca debería estar en parques ni jardines. Puedo soportar la pena de morir sin haber visto uno en libertad, pero más difícil se me hace contemplarlo fuera de su sitio, por mucho espacio que tenga y bien tratado que esté.

La ecología de un animal es parte de si mismo; si no está defendiendo territorios ante otros machos, persiguiendo hembras en la espesura (no conviviendo con una) y cazando sus presas, no es un tigre; es lo que queda de un tigre cuando le quitas su forma de vivir. Ojito porque eso no me lo ha dicho el tigre, que a lo mejor está tan pancho con su vida fácil y mejor asistencia médica que la de un ciudadano pobre de EEUU. Lo digo yo porque el ser humano, en cuanto tiene poder para variar las cosas, es responsable de hacerlo y está éticamente obligado a preguntarse si es lo correcto; hacer eso con los tigres, por a gusto que esté el animal, atenta contra nuestros más altos ideales, aunque cumpla con ideales menos altos. Quien quiera ver realmente qué es un tigre, que vea los estupendos documentales donde sí que muestran su verdadera vida y milagros: Nada que ver con un magnífico ejemplar que se limita a ir del comedero a la sombra donde descansa. Y así hasta morir de viejo.

Sobre la foto nada que objetar, el tigre fue un "blanco perfecto". Sobre el tema que trata Salvador pienso que no todo es blanco o negro y que siempre hay matices. Como dices no es lo mismo vivir en una jaula que en un espacio abierto. Solemos meter en el mismo saco : vida animal=vida humana, emociones animales= emociones humanas, sentimientos animales=sentimientos humanos, sufrimiento animal=sufrimiento humano, y creo que es un error. La forma de valorar a los animales tiene que ver con nuestras propias emociones, como humanos. Mucha gente tiene perros "cautivos" en sus casas, comen lo que sus amos quieren, salen a pasear cuando sus amos quieren, horas y horas encerrados ....etc. , nadie se cuestiona sin son felices o no. Ahora si hablamos de un tigre todo cambia. Si observamos a los animales que se ven tan tranquilos, como el de la foto, objetivamente diríamos que son felices: no tiene problemas para obtener día tras día la comida, no tienen enemigos, ....vivieran placidamente, incluso más tiempo que sus congéneres en la selva. Por supuesto, no debemos tratarlos cruelmente, respetarlos por lo que son, no porque se parezcan a nosotros.  Va, es un tema muy interesante y complejo. Saludos