Abstracción fluvial
El lecho del río Ter es de composición caliza a su paso por la Farga de Bebié: allí, el agua ha esculpido la roca - bastante homogénea - creando formas caprichosas que se muestran y ocultan según el nivel del cauce. Hace décadas que me aficioné a los encuadres cerrados; la selección “quirúrgica” de un pedacito de paisaje que quizás, de otro modo, pasaría desapercibido. El resultado es bastante abstracto pero me complace que siga siendo evidente que la roca es roca y que los reflejos se deben al agua; abstracto - diría - pero inteligible (posible de interpretar o comprender).
El hecho de crear un encuadre establece relaciones de distribución (masas, espacios, líneas) entre los elementos en él incluidos y, cuando hablamos de fotografía ma´ o meno´ abstracta, esa elección (la del encuadre cerrado) aun respondiendo a ciertas normas de estética y percepción relacionadas con el modo en que nuestro cerebro procesa las imágenes, tiende a ser muy personal. Pero “personal” es lo contrario de “universal” así que no puede esperarse que todo quisque conecte con esta estética. Aun así, el reto consiste en que la gente le encuentre “algo” agradable. ¿Cómo lo veis?
Cámara Canon Powershot G1X Mark II, a pulso.
Iso:100
Exposición (v):1/160 de segundo.
Apertura (f):9
Antonio Cuenca. vaya