Hay una de las patas que hace un efecto raro, como si lo cogieras girándose. El colorido es singular, parece tener una máscara, es pequeñito y eso le da un aire simpaticón.
Dos cosas, a mi ver, personalizan este retrato; la pose curiosa de las patas respecto a al cuerpo y esa deliciosa línea de la rama como una serpiente vegetal que atraviesa el encuadre. Buen trabajo sobre una especie muy simpática.
Alberto Arcos Hurtado