Aunque la composición se va al carajo cuando te acercas tanto al sujeto, a l@s fotopajarer@s siempre nos fascina este grado de proximidad y detalle. Ojo, que además hay que saber hacer la foto para conseguir semejante nitidez. La calidad de la imagen compensa la patente discreción del plumaje de nuestra querida Colirroja. Además me gusta la pose, con la punta de la cola asomando desenfocada por detrás para la correcta identificación del bicho. ¡Peazo fotón, Joaquin!
Salvador Solé Soriano