El contraste entre el petrolero y la pequeña barca a remo resulta deliciosa, así como el tono frío de la toma y esa suave atmósfera que has conseguido.
Yo no se nadar y recuerdo hace muchos años haber subido a un Kaya, y encontrarme con grandes areneros, la sensación que se siente es la que expresás en el título y a mi me dio miedo, linda toma
Salvador Solé Soriano