La nena con su ternerito como mascota me causó ternura. Mi hija le preguntó si podía fotografiarla y accedió de buen grado aunque no posó, siguió con el curso de sus pensamientos.
Canon 40 D, Canon 70/300, a pulso, no tiene edición
El encuadre está un poco pillado por abajo pero la escena se ve muy espontánea. Tiene su gracia que los ojos de la niña se vean por sobre el alambre y los de la vaca por debajo.
excelente toma, que muestra con toda naturalidad el entorno rural sin mas, me encanta la postura de la niña
sumida en sus pensamientos y mirada de su mascota, te felicito, un saludo.
Salvador Solé Soriano