Aunque opino que tiene menor impacto que la anterior tuya debido a la cantidad de elementos que atraen la vista de aquí para allá, has conseguido un encuadre que evite el caos, cosa meritoria en circunstancias tan evanescentes. El gesto del abuelo oliendo el café coincide con la aparición de la mujer de rojo contrapesando la composición por el otro extremo, todo muy fugaz, así que disparaste en el momento justo.
Salvador Solé Soriano