El cochecillo cubano
Tras Barcelona y Venecia, es en Trinidad (Cuba) donde más paseos fotográficos urbanos he llevado a cabo (en total, unas ocho o nueve horas, en tres días). Así que aunque ésta es la sexta foto que subo de las captadas allí, todavía me quedan algunas más por mostrar. Debido al ángulo en que el sol incide sobre el horizonte en los trópicos (cerca de 80º), la puesta de sol dura muy poquito y, cuando la luz se empieza a dorar, uno se estresa sabiendo que semejante regalo va a ser tan breve como un suspiro (vaaale, un largo suspiro, no exageremos). La escena está captada en una de las calles principales de la población y se trataba de pillar lo más cerca posible ese vehiculito antes de que se internase en la sombra y se perdiese el brillo de su flamante pintura.
Cámara Nikon D300 con objetivo Sigma 150-500 mms. f:6.3, apulso.
Iso:200
Exposición (v):1/500 segundos
Apertura (f):6
Txema Bacaicoa (Colectivo IS)