Una pose típica de este inquieto muchacho. Pillarlo quieto y enfocado tiene su mérito. Parece que está sobre el tronco de un alcornoque, lo cual no es tan usual para un garrapinos. Luminosa toma y dinámica gracias a la postura del sujeto y a la diagonal del tronco.
Que esté posado en diagonal, le da un toque a la escena, el contraste del tronco, el plumaje del pequeño garrapino y ese fondo, todo se mezcla perfectamente.
Salvador Solé Soriano