Fonicular natural
A simple vista era difícil de percatarse, un árbol cubierto de espeso musgo estaba plácido en uno de los lados del camino, acercándote más podías percatarte de pequeños puntos blancos dispersados por toda su corteza y si afinabas más la vista, presa de la curiosidad descubrías que esas pequeñas zonas blanquecinas eran pequeñas setas, finas y altas, esparcidas por todo el tronco del árbol. Lo más curioso de todo, es una tela de araña, cruzando entre seta y seta, como si estuviera puesta ahí aposta, como un funicular de la naturaleza... quien sabe, tal vez los gnomos lo utilicen para desplazarse tras grandes extensiones.
La fotografía ha sido captada tal cual, a pulso y tirado por el suelo, bajo la mirada curiosa e incrédula de los caminantes del bosque.
Canon EOS 1000D, sin procesar.
José Arcos Aguilar