La originalidad de esta foto reside en su escasa velocidad de obturación; fotos como esta se suelen realizar a más de 1/1000 de segundo para "congelar" las gotas que, de se manera forman una escultura. Claro que para ello se precisa más luz (o subir los isos en detrimento de la nitidez). El tono rojo - no sé si buscado o casual - tampoco es el que se asocia con el agua, así que también en eso es esta una imagen poco convencional.
Aún no he probado con estas tomas que dan buenos resultados. Coincido en que el color no se corresponde con el agua, lo que la hace una toma distinta de lo habitual y eso de innovar siempre se agradece.
Salvador Solé Soriano