El ojo va trepando desde la parte más cercana de la raíz (si es una serpiente, te muerde) hasta las ramas llenas de hojas amarillas. Dicho recorrido también va desde la zona más oscura de la toma a la más iluminada y lo hace siguiendo una sinuosa diagonal. ¡Perfecto!
El detalle de las raíces en primer plano marcan la composición.
El amarillo de las hojas del fondo la refuerzan y las pinceladas de la enredadera y musgo verdosas la adornan.
Muy buena toma con un encuadre perfecto marca de la casa.
Salvador Solé Soriano