Parte de la fascinación que tienen retratos de raíces como este es su dinamismo; tanta curva y, además, captada con perspectiva, transmite el efecto de que son elementos que reptan, que es lo que son, claro, a pesar de que lo hagan a lo largo de décadas y no de segundos. La foto tiene otras virtudes, como la franja de amarillo en lo alto, a cada lado del tronco y la textura de las hojas secas, que aquí muestra gran protagonismo.
Salvador Solé Soriano