Si, ya se, es otra postal, pero que levante la mano quien pasando por aquí se vaya sin ella, ademas, los colores de la tarde y un poco de edición la dignifican un poco...creo
No tan postal, a mi ver; demasiado contraste para los convencianilismos postaleros. Yo, desde luego, no me voy de ahí sin intentar algo así de majo. El azul de la barca es un estupendo contrapunto al tono cálido dominante. La composición tiene muy sólida estructura y es rica en detalles de interés.
Salvador Solé Soriano