Una escena que me evoca mucho contraste, no a nivel de colores, sino a nivel de sentimiento... la virgen llorando como pidiendo bondad y al lado un puesto repleto de enormes bocadillos.
Saludos
Entre el dramatismo y la comicidad, una imagen genial, original y bien vista. A veces lo cotidiano tiene giros surrealistas como este. Una vez más, color y procesado de lujo. Para quitarse el sombrero.
Alberto Arcos Hurtado