Eso de "Nieve espolvoreada con ceniza volcánica sobre cama de riolita y tropezones de lava" es como una receta de repostería y a fe mía que está bien descrito porque es un verdadero festín para la vista. La ausencia de sombras crea un efecto pictórico delicioso. Una vez más, tomar un encuadre cerrado (un detalle) del paisaje, resulta todo un acierto.
Salvador Solé Soriano