Los restos del muro, por modestos que sean en altura y anchura, asombran por la longitud y el trabajo ingente hubo de ser necesario para erigirlos. La foto aprovecha todo el potencial tanto de esa larga línea como de la aridez del paisaje. El mar al fondo, con esa ranura de cielo más allá, remata magistralmente un encuadre impecable.
chedey santana :hace 10 años
Cuando subes por las montañitas de por aquí puedes ver paisajes singulares como estos, respectos a los muros hay muchos kilómetros por toda la isla y cuando se ven desde lo alto de la montaña dan un toque al paisaje.
Salvador Solé Soriano