Reflexiones sobre el cableado industrial
Calculo que a una de cada mil personas esta foto le parecerá alucinante. Ni siquiera yo me cuento entre esa minoría con sensibilidad especial porque a mí solo me parece interesante. E interesante más por lo que implica que por su efecto estético; al igual que con el hielo, las pautas, la ordenación casual o derivada de imperativos físicos, me atrae como concepto y por su expresividad gráfica. Miro este montaje y no puedo evitar pensar que si los tubos cruzasen la pared directamente desde donde emergen del suelo hacia la esquina superior derecha, trazando una diagonal, el ahorro en metros de material sería notorio. Pero quizás atentaría demasiado contra el sentido inconsciente de orden y belleza que incluso un instalador eléctrico alberga y/o que, por tradición gremial, ha asimilado sin proponérselo; los tubos se instalan así, como debe ser, aunque todo salga más caro e incluso dé más trabajo. Eso sería fascinante porque implicaría que, incluso donde no hay la más mínima intención estética, aun sin saberlo, el ser humano se pliega a ciertas leyes del gusto. Por desgracia, no puedo demostrar que mi tesis sea cierta y quizá un electricista industrial nos explicaría que ese modo de colocar el tendido eléctrico atiende a leyes prácticas que ignoro y que resultan prioritarias por sobre el ahorro de material y de tiempo. Me encantaría saberlo.
Cámara Canon Powershot G12, a pulso.
Iso:80
Exposición (v):0.6 de segundo.
Apertura (f):8
Txema Bacaicoa (Colectivo IS)