El efecto 3D en las personas es delicado. Sobretodo si exageramos éste. No pasa lo mismo con los objetos a animales. Debe ser una deformación propia al ver a nuestra propia especie.
Quizá aquí está un pelín exagerado. Pero en global está muy bien.
Buen ejercicio, ampliando las posibilidades temáticas del 3D. Al dejar la cara en la sombra, has evitado contrastes de luz indeseados, aunque eso la oscurece y por eso (y otros detalles), como retrato no me acaba de convencer. En la edición, has conseguido que el cabello no quede sobreexpuesto, lo cual se agradece.
F. Xavier Vilamanyà Prat