Una gozada de texturas y tonos; cuando la toma es tan buena, no se echa de menos un sujeto ya que la vista tiene puntos de interés donde apoyarse y el conjunto resulta sublime.
No es fácil acertar con el color exacto cuando hay tan poco. Yo no estaba allí, pero seguro que esos tonos ocres de los árboles son bien reales. Detallismo sublime y un equilibrio perfecto, sin demasiada nieve.
david Pérez Hens