un contraluz humilde
Bueno, humilde porque las florecillas me las encontré en un paseo vespertino sin ninguna pretensión y tampoco me llamaron la atención en sí mismas. Pero el fuerte contraluz sí que me sedujo y, aunque buscaba la trasparencia de los pétalos, lo mejor son los pelillos de las ramas. Los medios técnicos hicieron lo que pudieron en cuanto a sol quemado y desenfoques.
Canon G1X-II a pulso en modo macro y enfoque manual
Antonio Cuenca. vaya