Los retratos de proximidad, más aun cuando el sujeto mira a la cámara, siempre tienen un gran impacto ya que es muy similar a ser mirado por la persona. Aquí has lidiado perfectamente con el contraluz y me parece bien que hayas tamponado el fondo, a ambos lados de la cabeza, para eliminar elementos indeseados. Un señor retrato, desde luego.
Salvador Solé Soriano