Estos zapateros me sorprendieron en estas aguas tan ácidas y tóxicas.
El río Tinto , un lugar que te sorprende y donde las posibilidades estéticas y de color para un fotógrafo,son impresionantes,
Está claro que no se beben el agua, tal como nosotros no nos bebemos el asfalto. Deben hidratarse a partir de los jugos de sus víctimas (que tampoco deben beber ese agua). Estupendo composicion, con el plus del color inusual.
Salvador Solé Soriano