Como el insecto no parecía inquietarse por mi presencia, fui dando la vuelta hasta enfrentar su espalda y tomar una nueva foto, esta que os muestro hoy
Aquí aparece como suspendido en el aire; un efecto bien logrado al aprovechar la escasa profundidad de campo. Como composición me gusta más la primera pero ésta tampoco carece de encanto.
Salvador Solé Soriano