Lo siento, pero es que a mí me gusta. primero por la falta de convencionalismo, después por su tratamiento - casi de grabado o de plumilla - tercero por el minimalista de esas cuatro masas horizontales tan bien distribuidas. Por "pegarle" algo; si hubiese el doble de altura de la zona herbosa y se redujera el cielo a la mitad de altura de la franja de agua "quemada", se obtendría un efecto de disminución progresiva de las cuatro masas, de más anchas en el primer término a más estrechas en el último. Pero, aunque eso seguramente funcionaría bien, no creo que fuese mejor que la versión que presentas; solo otra visión del mismo motivo. No pienso que debas cambiarlo.
Salvador Solé Soriano