Bodegón árido.
Desierto de Corralejo, isla de Fuerteventura (Abril 2008). Aquí pretendo demostrar que la basura es una digna fuente de imágenes. En este caso, la arena que los vientos trajeron del cercano Sahara (100 kmts hacia el Este) han pulido y mateado las botellas de cerveza abandonadas por algun@/s idiota/s en este santuario de hermosura minimalista. Así la naturaleza, en sus procesos entrópicos, asimila (o lo intenta) aquello que, en un principio, le es ajeno. Durante el proceso, el ojo atento puede recoger un regalo inesperado.
Canon Powershot A620, a pulso.
Alberto Arcos Hurtado