Esta tela de arañe fue tomada en la selva de Iberá. El sol le daba de tal manera que ilumino la tela con los colores del arco iris. La imagen dista de ser buena pero me gustó cuando la vi.
Tal como yo la veo, su imperfección técnica es su virtud; de no ser por ese notorio grado de trepidación la toma sería en exceso convencional. Pero, así presentada, ofrece un aspecto original que se agradece mucho y reedita el tema clásico. Un acierto, Marta.
Salvador Solé Soriano