Curruca cabecinegra (Sardinian Warbler)
Por esas maldiciones incomprensibles, he tardado un picote de años en sacarle una toma realmente cercana al macho de esta especie tan común en Catalunya. Con la alegría de haberlo logrado finalmente, os explico que se trata de un ave que solo vive en los países que rodean el mar Mediterráneo, vamos, que es un bicho tan mediterráno (o más) que el aceite de oliva. La poblaciones del N.E. de su rango de distribución son migratorias y pasan el invierno justo al norte y al sur del Sáhara, así como en el valle del Nilo (tramo inferior). Habita casi cualquier ecosistema cálido por debajo de los 1800 m de altitud, desde parques y jardines hasta bosques con matorral, pasando por laderas secas arbustivas, cultivos diversos, etc… Se alimenta básicamente de artrópodos y, en otoño e invierno, también consume bayas y fruta.
El ejemplar de la foto es una machote con el plumaje esponjado para parecer más grande e impresionante. La hembra, también muy bonita, tiene la cabeza gris, el dorso pardo y los flancos ocres. En ambos destaca la gargante nívea y el anillo ocular de piel roja que enmarca un ojo castaño-anaranjado. De punta de pico a punta de cola mide unos 13,5 cm. Al igual que casi todas las currucas, la cabecinegra es un pájaro inquieto que se mueve continuamente por el follaje, lo cual dificulta su observación, ya no digamos el retratarlo. La foto está tomada en el parque barcelones de la Ciutadella y fue posible gracias al uso del reclamo, que mantuvo al ejemplar casi veinte segundos cantando en ese mismo sitio. Usé trípode pero no hide.
Cámara Nikon D7100 con objetivo Sigma 150-600 mms. f; 5.0 - 6.3 y trípode.
Iso:200
Exposición (v):1/125 segundos
Apertura (f):6.3
marta Liber