Fuera de onda

Plenamente de acuerdo, Txema. Yo tampoco tengo motivos para felicitar al común de los mortales; si algo quisiese desearles sería que mejorasen como personas, que se conozcan a sí mism@s y que desarrollen la ética, el criterio y una vida acorde con los altos valores de nuestra especie, esos que nos llenan la boca pero que no pasan de ser un titular sin artículo debajo. Es eso o irnos tod@s junt@s al carajo, bailando la conga del "yo no tengo la culpa". La fiebre consumista endémica de estas fechas tampoco colabora a animarme. Pienso que cuando te haces viejo o bien te acabas de acomodar a la inconsciencia y la resignación irreflexiva o bien te vuelves cada vez menos tolerante con las estupidez y la maldad. Me reconforta ver que esto último no solo me sucede a mí. La foto, con sus espinas rojas (pero también con su luz) cuadra de perlas con el párrafo que has escrito y que suscribo cual manifiesto: Hace décadas que estoy refugiado en mis amistades y no he parado de tirar piedras, aunque también, al igual que tú, de intentar recordar a quien lo quiera saber que nuestro planeta es más de lo que nos merecemos (por nuestra bajo nivel humano deberíamos vivir en Mercurio, no en la Tierra) y que la vida solo es bella si uno la esculpe en contra de todo lo que nos condenaría a vivir en el infierno.