Un claro ejemplo de como la última palabra sobre la calidad de la foto la tiene... el pájaro; si este no colabora, lo que obtenemos es un horrorcito testimonial (yo tengo ejemplos para llenar un museo...). En esta toma, aunque hizo falta tirar de flash y de iso, se aprecia en detalle el sujeto, que ya es mucho dadas las circunstancias.
Salvador Solé Soriano