Las maras son roedores muy peculiares, como si hubiesen iniciado el camino evolutivo desde el conejo y se dirigiesen hacia el antílope. A mis ojos, la gracia de la foto, además de la tierna escena que presenta, radica en que los sujetos son más oscuros que el fondo y así quedan suficientemente separados de este. También son muy importantes los brillos en los ojos que les dan volumen y viveza. Buen encuadre con elementos que proporcionan una idea del entorno.
Salvador Solé Soriano