Papamoscas papirrojo
A bote pronto, si te encuentras este pájaro en el campo dirás; “mira, un peti”. Pero al observarlo mejor aparecen detalles desconcertantes; una cola blanca y negra, toda la cabeza gris… Y es que el petirrojo europeo y el papamoscas papirrojo, aunque de géneros diferentes (Erithacus y Ficedula) son miembros de la descomunal familia Muscicapidae, con sus 345 especies.
En Europa, Ficedula parva habita bosques antiguos, mixtos y diversos, especialmente los de hayas, robles y píceas. Le gusta que hayan claros, grandes árboles y un denso sotobosque. Localmente, también se ha adaptado a viñas y frutales. En invierno puede aparecer en cualquier sitio, incluidos parques urbanos, masas de matorral, arboledas, bosque de ribera… En el Cáucaso sube hasta los 2350 m.s.n.m. pero lo normal es encontrartelo más abajo. Su área de reproducción empieza (por el oeste) en la mitad oriental de Alemania, de Austria y S.E. Suecia pero no pienses que atraviesa el continente; lo más al este que llega - en verano - es al meridiano de los 50º, por Rusia y las orillas meridionales del mar Caspio. En vez de emigrar al sur del Sáhara, como tantas aves que crían en climas frescos y boreales del paleártico occidental, nos sorprende volando a Pakistán y la India, así como a puntos de los Emiratos Árabes Unidos y Omán.
De pico a punta de cola solo mide 11,5 cm, mientras que el petirrojo europeo hace 14 cm. De hecho, el apellido científico parva (latín) significa “pequeño”. No tengo foto de hembra y la muestro es de macho. Ella es la discreción personificada, con alas, partes superiores, dorso y cabeza pardo grisáceas y garganta, pecho y vientre de un crema muy clarito, a veces casi blanco. Su rasgo más distintivo es esa cola de collalba, con plumas centrales negras y laterales blancas. Y es que las collalbas también son miembros de la familia Muscicapidae.
Cámara Nikon D500 con objetivo Sigma 150-600 mm (sport) f: 5.0 - 6.3., a pulso. 1/500 de segundo, f: 6.3 e iso 640.
Salvador Solé Soriano