Siempre hay que procurar que, salvo licencias conceptuales muy concretas, el ojo de los sujetos se vea o, al menos, se intuya lo suficiente; sin ese detalle, los protagonistas de la foto "pierden vida" y quedan como objetos. Por lo demás, los carrizos enmarcan al pato ayudando a centrar la atención en él. Siempre da placer retratar (cuanto más cerca mejor) un animal salvaje.
Miguel Ojeda Usillos :hace 11 años
Recibido Salvador, como siempre tus comentarios son de mucho valor, muchas gracias, tomo nota.
Salvador Solé Soriano