Encuentro que, tanto las casas como ese encuadre del pueblo, carecen de encanto y echo de menos algún punto de interés en la composición. Claro que la difuminación de la niebla siempre resulta agradable y ese extraño color podría deberse al sol bajo (atardecer o amanecer).
Hola Salva, gracias por el comentario. Bueno, aquí el pueblo es lo de menos, lo que quería es focalizarme en el efecto bonito de esa niebla, como difumina la luz. A mi me seduce mucho esta luz y su suavidad llena de matices tonales.
Salvador Solé Soriano