Jacamará colirrufo (Rufous-tailed Jacamar)
Se diría que las avispas son insectos peligrosos que tienen poco que temer pero ni siquiera ellas se libran de la depredación. En Europa les da caña el abejaruco y en los trópicos, donde hay más variedad de especies de avispas, también hay más aves que las saben capturar y comer. Es el caso de los jacamaraes, como este (Galbula ruficauda). Mide entre 22 y 25 cm de punta de pico a punta de cola. El ejemplar de la foto es una hembra porque el macho tiene la garganta blanca, no de color crema. Excava túneles de entre 30 y 40 cm de longitud en taludes terrosos para montar el nido en una cámara subterránea. Y es un hábil cazador de insectos voladores con preferencia por los himenópteros, seguido de mariposas y polillas, saltamontes, hemípteros, libélulas y moscas.
El Jacamará colirrufo habita en Centroamérica, Colombia, Venezuela, Ecuador, Guayana y Brasil. Allí donde se ha incrementado la densidad y actividad humana, ha ido desapareciendo, pero todavía es común en amplios territorios, menos machacados.
Foto captada en la Reserva Ecológica Guapiaçu (Brasil) cerca de un nido-madriguera.
Cámara Nikon D500 con objetivo Sigma 150-600 mms. f: 5.0 - 6.3 (Sport) y trípode.
Iso:2000
Exposición (v):1/200 de segundo.
Apertura (f):6
Miguel Angel Vázquez Márquez