Ese color un tanto "radioactivo" parece enmascarar los tonos naturales, como si todo el lugar estuviese bajo un filtro verde chillón que destruye los matices y los contrastes. El encuadre lo encuentro excesivamente ceñido al sujeto. La profundidad de campo parece suficiente pero la imagen no acaba de quedar del todo nítida. La orquídea (al menos sus formas, que se aprecian perfectamente) es preciosa.
Juan Manuel Tamargo Gutierrez