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Stumpy-tail Lizard (Tiliqua rugosa) nº 2

Aquí lo tenéis: El método de defensa “einsteniano” que emplea Tiliqua rugosa consiste ¡en sacarte la lengua! Se pone así de sarcástico cuando te acercas a menos de 60 cm, cerrándole el paso, o intentas tocarlo. Si al aspecto poco convencional del bicho (véase mi foto Stumpy-tail Lizard (Tiliqua rugosa) nº 1) le sumas esta estrambótica estrategia defensiva, resulta muy difícil tomárselo en serio. Es como si la naturaleza tuviese sentido del humor y, de vez en cuando, pariese un bicho destinado ha causar risa. Esa actitud amenazante, que no sé hasta qué punto es efectiva frente a sus enemigos naturales, tiene un fallo añadido; delata que no posee un solo diente. ¡Te amenaza demostrándo lo inofensivo que es! La segunda vez que te plantas ante este lagarto ya sabes que su mirada significa: “como te pases un pelo… me burlaré de ti”. Inesperados hallazgos como este son un inestimable valor añadido a los viajes.
Cámara Nikon D7100 con objetivo Sigma 150-600 mms. f: 5.0 - 6.3 (Contemporary) a pulso. Iso:250 Exposición (v):1/500 de segundo. Apertura (f):9

Salvador Solé Soriano

En fotored desde 22/10/2011

Ficha personal
  • Pues yo creo que lo que intenta imitar es una serpiente . La forma de la boca es muy parecida y sí es algo grotesco todo el, pero la evolución no da un paso en falso. Si todavía existen ejemplares es que les funciona....
    • Salvador Solé Soriano :hace 5 años No es que la evolución no de pasos en falso, pero está claro que este bicho no es "nuevo" y a sobrevivido, aunque quizás más por su discreción y gruesas escamas que por su recurso defensivo "einsteniano". Pero todo ayuda, seguro. Gracias por comentar, Miguel Angel.
  • Increíble el color de la lengua, seguro que da una señal de alarma ese colorido en  el animal que la ve.... además de una sonrisa en nostros
    • Salvador Solé Soriano :hace 5 años ¡Je! Sí, lo que a nosotros nos causa una sonrisa, puede ser un susto para otros animales. Gracias por comentar, Lucas.
  • hace 5 años
    Luis Ruiz
    Hola Salva; siento de verás tener últimamente tan poco tiempo para comentar tus fotos y las de los compañeros, pero circunstancias obligan. En cualquier caso, no quiero dejar pasar la oportunidad de indicarte que independientemente de la utilidad evolutiva que deba tener esta costumbre de sacar la lengua -alguna debe tener, digo yo- el caso es que la famosa danza maorí neozelandesa incorpora en ella la imitación de sacar la lengua como un acto intimidatorio y de fuerza. Ahí os dejo un enlace donde se explica mejor: http://viajerosblog.com/haka-la-danza-de-guerra-tipica-maori.html Las fotos, como siempre, muy entretenidas y amenas y no solo las tuyas sino las del resto de compañeros. Por cierto, vi tu foto del Accipiter  cirrocephalus y quedé impresionado... ¡pedazo de fotón! aunque teniendo en cuenta mi pasión por las rapaces, dirás que lo digo por eso... y puede ser. Un saludo a todos.
    • Salvador Solé Soriano :hace 5 años Lamento que vayas tan de cabeza: Más mérito tiene tu comentario. Sí, alguna utilidad debe tener, pero las propias serpientes venenosas son víctimas de sus depredadores, apesar de su veneno y su actitud más dinámica. Mi tesis es que la naturaleza puede consolidar evolutivamente un sistema defensivo que funcione solo en el 25% de los casos ya que el sujeto no se limita a depender de él, si no dispone de otros recursos como el camuflaje y la "armadura", que no cualquier depredador puede con esas escamas. Así está justificado que ese sistema de defensa sea poco eficaz; porque es eficaz [u]al menos algunas veces[/u] y la vida del bicho no solo depende de él. Y sí; la foto del Accipiter cirrocephalus me dejó la mar de satisfecho aunque las rapaces no sean mi mayor obsesión. Un abrazo y hasta la próxima, Luis.
  • Está claro que el lagartito es original. La lengua llama la atención al más pintado ya sea para asustar o para sonreir. Incluso parece que vómitata. Buena foto documental. 
    • Salvador Solé Soriano :hace 5 años Por hermoso no lo muestro, eso seguro. Pero tengo pasión por lo grotesco. Gracias por comentar, Mª Jesús.