Tormenta de pinzones reales
He aquí una estampa del dormidero de (aprox.) 2.000.000 de pinzones reales que en el invierno 2010-2011 se formó en un monte de Vitoria (Euskadi). La historia de esta foto tiene su interés e incluso su épica: Se trata de un fenómeno excepcional pues el Pinzón real (Fringilla montifringilla) es una especie escasa en España y solo nos llega a partir de Noviembre y más bien con cuentagotas. Pero aquel invierno, Francia - el país en que suelen congregarse al bajar del norte de Europa donde crían - estaba demasiado nevada. Estas aves se alimentan en el suelo de semillas y frutos ; si la tierra se halla excesivamente nevada no pueden acceder a la comida. Así que, acuciados por el frío y el hambre, cruzaron en masa las borrascas y los Pirineos para toparse - ¡Miracolo! - con unos montes (Parque Natural de Gorbeia) cuya producción de hayuco (el fruto del haya) había sido extraordinaria aquel año. A escasos kilómetros de esos hayedos localizaron dos vaguadas de cipreses protegidos del viento y ahí pasaron las noches hasta que, con la primavera, regresaron a sus predios nativos. Cada día, en el crepúsculo, llegaban con fragor de alas y trinos y cada mañana se levantaban como la niebla de entre los cipreses y se esparcían en un radio de decenas de kilómetros para alimentarse. Sara y yo nos escondimos en el fondo de una de las vaguadas media hora antes de que llegasen las primeras decenas de miles. La foto no pretende mostrar cómo es un Pinzón real (bonito bicho, desde luego) si no recrear aquel ambiente multitudinario que todos los ornitólogos que peregrinamos hasta allí recordaremos mientras nos funcione la memoria.
Cámara Nikon D300 con objetivo Sigma 150-500mms. f: 6.3 con trípode, cable disparador y “espejo arriba”.
Iso:200
Exposición (v):0.04 segundos
Apertura (f):7.1
Jose Alvarez gándara