FotoRed comparte, aprende y disfruta de la fotografía

Campanero meridional (Bare-faced Bellbird)

El macho (en la foto) pasa largas horas en lo alto de un árbol emitiendo un sonido similar al timbre de bicicleta si solo dejases el raspado metálico; un ruido abrupto que en poco recuerda al de una campana. De lejos podría evocar al golpe del martillo contra el yunque: él no canta, si no que suena. Se trata de una de esas aves con dimorfismo sexual extremo ya que el macho y la hembra visten plumajes radicalmente distintos. La hembra, algo más pequeña (27 cm de punta de pico a punta de cola) también es menos corpulenta (máximo 158 gr) mientras que el macho mide 29 cm y llega a pesar 225 gr. Ella tiene el pecho amarillento jaspeado de negro, dorso verde oliva y cara oscura. Los campaneros son cotingas (familia Cotingidae), un grupo de 67 especies de aves neotropicales - las que viven en Centro y Sudamérica - casi estrictamente forestales. El campanero meridional es un endemismo de la mata atlántica brasileña, ecosistema selvático que, con muchas y crecientes calvas, se extiende desde Rio Grande do Sul hasta casi Recife. En Paraguay y la provincia de Misiones (N.E. de Argentina) es una ave escasa y/o ocasional. Parece que su dieta consiste exclusivamente en fruta aunque, como tantas especies neotropicales, todavía está poco estudiada y quizás se zampe algún insecto de vez en cuando o alimente a sus pollos con ellos, como hacen muchas aves vegetarianas. En las lista roja de la IUCN, este pájaro figura como vulnerable desde el año 2004. Se calcula que quedan menos de 10.000 ejemplares, aunque seguramente más de 2.500. Su tendencia es decreciente a causa de la continua destrucción de la selva, concretamente de la que hay entre el nivel del mar y los 1.000 m de altitud. Otra práctica humana que lo pone en peligro es la intensiva captura para venderlo como ave de jaula. No entiendo quien querría tener a este bicho en casa; su “ruido” se oye a muy larga distancia, lo emite con inmisericorde frecuencia y podría volver loco a cualquiera… que no lo estuviese ya, claro.
Cámara Nikon D500 con objetivo Sigma 150-600 mms. f: 5.0 - 6.3 (Sport) y trípode. Iso:400 Exposición (v):1/400 de segundos. Apertura (f):6.3

Salvador Solé Soriano

En fotored desde 22/10/2011

Ficha personal
  • El comentario lleno de detalles, como siempre se agradece. La foto de lujo, composición, y sobre todo el grito de campana puesto en evidencia en el momento. Una pena , como va en el mundo la pérdida de especies , en una nueva extinción masiva.
    • Salvador Solé Soriano :hace 3 años Más valor tiene lo docuemntal ante el riesgo de extinción. Y más necesaria la divulgación del problema. Muchas gracias por tu amable comentario, Lucas.
  • hace 3 años
    Alicia Díaz
    Es un ave vistosa, con ese peculiar verde de la garganta contrastando con el blanco "nuclear" del resto del plumaje. Y la pillaste en pleno "grito", lo que no es difícil según dices por el tiempo que dedica a ello, pero que supone una imagen característica de la especie.  Me gusta, con esos desenfoques delanteros que la rodean dándole con ello esa sensación furtiva...  Desde luego es difícil creer que sea soportable estar escuchándolo en cautividad. Tengo entendido que es ese uno de los motivos por los que se han producido muchas sueltas de las cotorras que tanto han proliferado, pero no se dará el caso con este.
    • Salvador Solé Soriano :hace 3 años Sin duda, algunas de estas aves, una vez cautivas, también son liberadas ya que no creo que sean más soportables que las cotorras, pero habrá que ver (no he leído que hayan estudios al respecto) si logran regresar a sus ecosistemas nativos... Muchas gracias por tan acertado comentario, Alícia. 
  • Curiosa especie. La has pillado en pleno canto. Estaria bien que las fotos pudieran oirse.  Pose color y detalle en su punto amen del ojo.  Puedes estar orgulloso
    • Salvador Solé Soriano :hace 3 años Puedes buscar en YouTube filmaciones con el canto del Campanero meridional, si quieres oír su ruido. Sí, estoy orgulloso de esta foto por que era una que ya quería hacer antes de iniciar el viaje y conseguí acercarme mucho a lo que quería. Gracias por tu comentario, Miguel Angel.