Contrapicado de rascacielos con guarnición
En contraste con los macros micológicos, el tema urbano da en frío. Más aun cuando se alzan sobre nosotros edificios que nos empequeñecen. No soy un amante de lo urbano pero debo alegar dos atenuantes; A) como vivo en una ciudad, es lo que tengo más a mano para retratar y B) si concentrásemos toda la población de, por ejemplo, Barcelona, en un solo edificio de digamos, ocho kilómetros de altura y medio km de base, reduciríamos muchísimo el terreno que ocupamos l@s barceloneses/as, terreno que se podría dedicar a la agricultura o, todavía mejor (en mi sentir) a la restauración de espacios naturales.
Uno de los grandes desastres ecológicos son las ciudades “guais” donde cada familia goza de una casa unifamiliar de manera que, por mucho jardin que haya, el ecosistema original de la región ha sido destruido en decenas de kilómetros a la redonda.
El protagonista de la foto es el Edificio Colón, que rasca los cielos por poco ya que se considera “rascacielos” aquella construcción habitable que supera los 20 pisos de altura, y el Edificio Colón solo tiene 25. Como cabe suponer, se trata de un edificio de oficinas. Está ubicado cerca del puerto y hacia el extremo marítimo de Las Ramblas.
En cuanto a la foto, pensé que una edición de bordes añadidos en BN sacaría el máximo partido a su modesto potencial.
Cámara compacta Canon G1X Mark II, a pulso.
Iso:100
Exposición (v):1/320 de segundo.
Apertura (f):8
Alberto Arcos Hurtado